"Carta al agresor"






















Tantos años en silencio desde la primera vez que peturbaste mi intimidad.
Tantos años callando y sufriendo sin entender que hice, como pasó y porqué. Si tuviera que escribir una carta al creador de mi propio infierno le diría, sinceramente, todo y nada a la vez. No sabría ni por donde empezar. 
La claridad se cierne en escenas que vislumbro con pánico en mi mente y en mis sueños terroríficos por las noches. ¿Qué herencia me dejaste basura inmunda del ser humano?, ¿qué esperabas de mi?.

Quejándote una y otra vez de la carencia de toda moralidad que tenían los demás como si tu de moralidad fueras sobrado, esa moralidad tuya que con los años descubrí que no era tal, porque si tu tenias que hablar de moralidad más te valdría haberte cortado la lengua. Me enseñaste a sentirme nada en casi todo lo que yo sé con certeza podría haber superado a muchos de mi edad. Truncaste mi infancia y ahora, después de muerto, estás aún maldiciendo mis días de adulta, que no se todavía si lo soy o si me merezco ese adjetivo.  Tu me anclaste en esa infancia tormentosa, me volviste una muerta en vida, una niña hostil y silenciosa, una niña invisible a los ojos de todos.
 
Ahora te redescubro, viejo fantasma, pero no como tal, si no como una consecuencia nefasta en mis días, en mi ahora, y casi te dejaba ganar terreno, pero divisé una pequeña rendija de luz, tan pequeña que es casi imperceptible por mi, pero que con fuerza intento abrir cada día, cada semana, cada mes. Voy encajando las piezas de este gran puzzle siniestro  que es mi vida.  Te he descubierto, soy plenamente consciente de lo que me hiciste, y no pienso dejarte descansar tranquilo porque te odio de tal manera que desearía tu muerte una y mil vidas más si las tuviera. Quiero que vivas en el infierno que tú creaste para mi, es el único sitio donde mereces estar tú y todos los que son como tú.

"CADA ABUSO QUE EVITAMOS, SON MUCHAS VIDAS QUE SALVAMOS"

 Helga F Moreno