"Secuelas de los abusos en mis dedos"

                                     


                                            
Derivadas de los abusos, es evidente que te quedan muchas secuelas, físicas y psicológicas. El otro día, me miraba las manos ahora normales y recordé aquellos años en los que fueron mis pobres dedos las víctimas de mis emociones, de mi rabia y mi dolor.   

Cuando tenia ocho años y sé que a muchos niños les pasa,  mis dedos empezaron a llenarse de verrugas, en gran cantidad, en todos los dedos, por delante, por detrás y dentro de las uñas. Era horrible. Después de dos o tres años de utilizar un tratamiento tópico que se aplicaba todos los días en los dedos conseguí eliminarlas. Pero las uñas no dejé de mordérmelas y mientras seguía sufriendo abusos a los doce años ya no sólo me mordía las uñas, empecé también a morderme las pieles de alrededor. Mis dedos parecían morcillas, deformados, en carne viva casi por la parte de arriba, y lo mas angustioso es que no podía parar de hacerlo. 

Esto fue ya en mi vida adulta causa de llamadas de atención en algunos empleos donde estaba cara al público, con la consiguiente vergüenza por mi parte, pues tenía que mostrar mis manos y con semejantes dedos realmente daba muy mala impresión. Esta conducta, esta manera de canalizar mi ansiedad, tardé muchísimos años en poder dejarla, era una necesidad incontrolable, no sé si de hacerme daño a mi misma o para calmar, como digo, la ansiedad que sentía.  

Cuando empecé con los trastornos alimentarios, con anorexia y bulimia, calmaba mi ansiedad con la comida pero así y todo no conseguí finalizar con aquella manía de saboterarme los dedos. Cierto es que no con todos, unicamente lo hacía con los dedos pulgares a los que tuve machacados hasta casi después de conocer a mi marido. Me ha costado mucho erradicar este comportamiento pero lo conseguí  a base de mucha fuerza de voluntad y ahora, por fin, tengo unas manos normales que no tengo que esconder.  

Se que todo esto también formaba parte del pack de secuelas por haber sufrido abusos sexuales en mi infancia, pero poco a poco he podido controlarlo y ya me van quedando menos. 


"CADA ABUSO QUE EVITAMOS, SON MUCHAS VIDAS QUE SALVAMOS"

 Helga F Moreno