Surgen cuando hablas, cuando rompes el silencio. Porque te mandan
callar, olvidar, no seguir con el tema “porque estas obsesionada” y si
descubren que te has convertido en una difusora de la denuncia de los
abusos infantiles activa e insistente, se alejan de ti. O mejor dicho,
te alejan a ti de la familia, porque te conviertes automáticamente en un
estorbo, alguien molesto, que no está dispuesto a ceder y callar ni
siquiera un poquito por la familia, esa familia que , no olvidemos, no
te protegió como debía.
Pero lo mejor de todo, el verdadero milagro se produce aquí: La rama, en lugar de secarse, en lugar de acabar como leña para el fuego, vuelve a crecer, regenera nuevas raíces que la afianzan en la tierra, una tierra nueva y fértil, y que lejos de morir florece, y en muchas ocasiones, consigue dar mejores frutos que el árbol del que procede.
¡Alabad el árbol que desde la carroña sube jubiloso hacia el cielo!
Bertolt Brecht. (1898-1956) Dramaturgo y poeta alemán
"CADA ABUSO QUE EVITAMOS, SON MUCHAS VIDAS QUE SALVAMOS"
Helga F Moreno