Muchas veces he pensado que era una tontería y algo que no valía la pena el escribir en mi blog. Pensaba que nadie lo leía, que a nadie podía interesarle lo que yo pudiera sentir, y que sería mucha casualidad si otra víctima descubriera en la red mis escritos. Me siento muy contenta de ver que si hay personas que me leen, que me apoyan, que yo les ayudo y se sienten reconfortadas conmigo al igual que yo con ellas. ¡Ojala no fuera una lucha en balde todo este camino de espinas que son los abusos sexuales en la infancia, estas vidas interrumpidas tan tempranamente por monstruos sin escrúpulos y sin moral!
Muchas veces también me siento sumamente ridícula por haber expresado este secreto tan profundo de mi alma a personas equivocadas. Alguien me dijo: "nunca esperes nada de nadie", y tenía razón, es un pozo sin fondo para la mayoría de los supervivientes de esta lacra. Es tanta la soledad que puedes llegar a sentir que creo que te buscas alicientes en la vida para no darte cuenta de lo aislado que estás. Yo siempre he sabido que era diferente, de pequeña ya lo sabía, cuando empecé a sufrir abusos. Pero nunca se lo dije a nadie de pequeña. De adolescente sí lo hice, pero esa persona no me creyó, no me hizo ningún caso, no me prestó siquiera atención, o quizá no quería oír lo que le decía.
Siempre he sacado muy buenas notas, soy buena estudiante, pero bajó por completo mi rendimiento escolar, me aislé completamente, me maltrataban en clase, lo que agudizaba mi depresión, y logré pasar los tres últimos cursos de EGB con mucho esfuerzo. Recuerdo estar sentada en la clase de gimnasia y darle vueltas todo el rato a las situaciones que vivía cuando se producía el abuso. Esa imagen se repetía constantemente en mi mente, y yo le daba vueltas y más vueltas analizándola sin siquiera poder llegar nunca a comprenderla. Sé que el cerebro bloquea algunas escenas, como cuando sufres un accidente. Es lógico, supongo que no me gustaría acordarme de todo, debe ser muy doloroso. Confieso que me he planteado seriamente optar por una regresión, para poder verlo todo con claridad.
Ahora pienso en mi vida y he hecho tantas cosas y he tenido tantos comportamientos y situaciones inexplicables, que todavía me da mas rabia porque nadie se paró a pensar ¿qué es lo que le pasa a esta chica? En vez de regañarme, hundirme, humillarme y denigrarme más. Ahora entiendo muchos de mis comportamientos. Pero las secuelas siguen, se van modificando con los años, con el tipo de vida que llevas, con tus circunstancias, pero muchas siguen ahí, siguen todos los días de mi vida, siguen fastidiándome muchos momentos y muchas vivencias que de otra manera seguro disfrutaría. A veces, cuando por culpa de mis reacciones se llega a alguna discusión con la persona que quieres, preferiría que se me tragara la tierra, desaparecer y no sufrir ni destrozar la vida a nadie con mis estúpidas reacciones. Después vuelve la calma, pero el fantasma sigue ahí, yo siempre lo describo así, agazapado, esperando el momento, que cualquier comentario te haga saltar, cualquier imagen, cualquier persona, cualquier situación te reporta a ese dolor y vuelves a sentirte fatal, con rabia e impotencia y sin poder hacer nada para remediarlo.
Me alegro, bueno no me alegro porque lo hayan pasado también, evidentemente, pero sí de que existan, por desgracia, más personas que no encuentren tan descabellados mis comportamientos y mis miedos, y sobretodo que no ridiculicen ni resten importancia a mi manera de pensar.
Ahora pienso en mi vida y he hecho tantas cosas y he tenido tantos comportamientos y situaciones inexplicables, que todavía me da mas rabia porque nadie se paró a pensar ¿qué es lo que le pasa a esta chica? En vez de regañarme, hundirme, humillarme y denigrarme más. Ahora entiendo muchos de mis comportamientos. Pero las secuelas siguen, se van modificando con los años, con el tipo de vida que llevas, con tus circunstancias, pero muchas siguen ahí, siguen todos los días de mi vida, siguen fastidiándome muchos momentos y muchas vivencias que de otra manera seguro disfrutaría. A veces, cuando por culpa de mis reacciones se llega a alguna discusión con la persona que quieres, preferiría que se me tragara la tierra, desaparecer y no sufrir ni destrozar la vida a nadie con mis estúpidas reacciones. Después vuelve la calma, pero el fantasma sigue ahí, yo siempre lo describo así, agazapado, esperando el momento, que cualquier comentario te haga saltar, cualquier imagen, cualquier persona, cualquier situación te reporta a ese dolor y vuelves a sentirte fatal, con rabia e impotencia y sin poder hacer nada para remediarlo.
Me alegro, bueno no me alegro porque lo hayan pasado también, evidentemente, pero sí de que existan, por desgracia, más personas que no encuentren tan descabellados mis comportamientos y mis miedos, y sobretodo que no ridiculicen ni resten importancia a mi manera de pensar.
"Ya pasó, olvídalo". No soporto esta frase. ¡Que coño sabrás tú de como me siento, de lo imposible que resulta olvidarlo y de los difícil que es no contestar mal a quien te lo dice!. ¡Que sabrán!
"CADA ABUSO QUE EVITAMOS, SON MUCHAS VIDAS QUE SALVAMOS"
Helga F Moreno
"CADA ABUSO QUE EVITAMOS, SON MUCHAS VIDAS QUE SALVAMOS"
Helga F Moreno