Invisibles.
Así es como nos sentimos la mayor parte de nuestras vidas las víctimas, los supervivientes de abusos sexuales en la infancia. Invisibles a ojos de los demás, de la sociedad, de las instituciones, de las propias familias. Invisibles, hasta a veces, para nosotros mism@s.
Comparto este poema en el que me he sentido reflejada, porque quizá siempre esperamos que alguien aparezca a nuestras llamadas de auxilio tan claras pero a su vez, tan invisibles.
"INVISIBLE"
Llevo días oculto entre estos muros
esperando que vengan a buscarme.
No se cuantos serán ni cuanto tiempo
tendré hasta que me encuentren.
Mientras tanto,
tecleo este poema que puede ser el ultimo
y que no leerá nadie.
Se que es un acto inútil,
pero sigo escribiendo
para llenar el aire de una casa
a la que nadie llega,
en la que no aparecen señales de peligro.
Quizá no vengan nunca.
Tal vez, todo este tiempo
haya sido invisible.
Antonio Rodríguez Jiménez (Ganador 2014 del XVIII Premio Internacional "Antonio Machado en Baeza)
"CADA ABUSO QUE EVITAMOS, SON MUCHAS VIDAS QUE SALVAMOS"
Helga F Moreno