Impactante confesión de Julio Alberto, ex jugador del FC Barcelona.
Como bien dice, "Si tienes gripe y llegas tarde, piensan que te estás drogando otra vez". La sociedad es así. Las familias, muchas, son así. Sobre todo la mía. Te estigmatizan porque les da la gana, porque si.
¿Qué has sufrido anorexia? Eres y seras la anoréxica toda tu vida.
¿Qué has tomado drogas? Eres y seras el drogadicto para los restos.
Y así con todo.
No importa que hayas rehecho tu vida, que hayas luchado como un león para salir adelante, para no hundirte más en el barro en el que te lanzan los abusos. Todo eso, no importa. A ellos, a la sociedad, a las familias enfermas y tóxicas les viene muy bien colocarte el cartelito. Se sienten cómodos de esta manera. No les interesa verte de otra. Porque si lo hicieran, sus propias miserias y sus propias frustraciones que tanto intentan esconder, saldrían a flote y eso, no se lo pueden permitir.
El ex futbolista internacional rememora en EL MUNDO una vida marcada por los abusos sufridos durante su infancia.
Yo llevaba un cartel luminoso que decía: 'Julio Alberto, drogadicto'». Mis padres se separaron y el tribunal de menores decidió meterme en un orfanato.
No entendía nada.
Y llegó el «bloqueo». «A los 12 años un monitor abusó sexualmente de mí durante un campamento de verano». Así lo escribe en su libro, donde apunta a otros episodios similares en su infancia.«No lo hablé con alguien hasta los 50 años. Siempre lo llevé conmigo. Cuando expliqué los abusos que había sufrido a mi terapeuta en Proyecto Hombre, le rompí dos sillas en la cabeza. Una de ellas la pusieron en el patio del centro como símbolo. Llevaba tanta rabia y odio acumulado... Me sentí liberado. De niño, no tenía defensa posible. Nadie a quien acudir. Pasé meses sin hablar. Sólo me dedicaba a estudiar y a hacer deporte. Estudiaba tanto para olvidar que me convertí en el mejor alumno. Sólo quería leer y leer para bloquear esos otros sentimientos. Y aun así no lo conseguía. Tengo su cara grabada en mi memoria».Instinto de supervivencia.
«No elegí jugar al fútbol. El fútbol me escogió a mí para sacar adelante a mi familia»
La gente siempre juzgó. Todos te cuestionan, te miran. Si tienes gripe y llegas tarde, piensan que te estás drogando otra vez.
Si un día no te afeitas, lo mismo.
¿Sabe algo que no soporto? Cuando
alguien me suelta: '¿Y cómo vas de aquello?' Siempre contesto lo mismo:
'¿Y cómo está tu puta madre? Porque tú te metías droga conmigo, ¿ya no
te acuerdas?'».
http://www.elmundo.es/deportes/2016/04/18/5713c131468aeb681f8b4613.html
"CADA ABUSO QUE EVITAMOS, SON MUCHAS VIDAS QUE SALVAMOS"
Helga F Moreno